Los adhesivos, en esencia, son substancias diseñadas para cumplir una función fundamental: unir. A lo largo de la historia, la humanidad ha desarrollado y refinado innumerables tipos de adhesivos, desde los adhesivos naturales tempranos, como la resina de pino y la cera de abejas, hasta los adhesivos modernos altamente especializados. Estos materiales tienen la capacidad de adherir dos o más superficies cuando entran en contacto y luego endurecen, creando una unión fuerte y resistente.
La versatilidad de los adhesivos es sorprendente, y su utilidad se extiende a una amplia variedad de campos y aplicaciones.