Los esmaltes son un tipo de pintura que se utiliza para dar un acabado duro y brillante a una superficie. A diferencia de las pinturas acrílicas o al óleo, los esmaltes son generalmente más resistentes al desgaste y al agua, lo que los hace ideales para su uso en superficies que están expuestas a un alto nivel de uso o desgaste, como puertas, ventanas, muebles o metales.

Los esmaltes se pueden encontrar en diferentes bases, como aceite, agua, alquídicos o poliuretanos, lo que afecta su resistencia y tiempo de secado. Los esmaltes a base de aceite son comúnmente utilizados para proyectos en interiores y exteriores, ya que proporcionan una mayor durabilidad y resistencia a las manchas y a la humedad. Los esmaltes a base de agua son una opción más respetuosa con el medio ambiente y más fácil de limpiar, aunque pueden no ser tan duraderos como los esmaltes a base de aceite.

Los esmaltes se aplican generalmente en capas delgadas con un cepillo o rodillo, y es importante asegurarse de que la superficie esté limpia y libre de polvo antes de aplicar la pintura.